Lo típico que pasas varios meses viviendo en una ciudad, viajas a muchos lugares, pero tu ciudad es la que dejas sin visitar.
Pues eso no nos iba a pasar a nosotros. ¿Por qué? ¡Gracias al autobus turístico de Pune!
Sí, existe.
No, no es rojo ni descapotable.
Tras encontrar de chiripa la estación de buses de la que sale, y conseguir los tickets (tras unos 15-20 minutos hablando con una taquillera que sólo me hablaba en hindi con alguna palabra suelta en inglés), el sábado nos aventuramos a conocer nuestra querida ciudad.
En el bus, unas 12 personas en total, todo indios, Paula y yo. El guía nos ve y nos pregunta nuestro idioma. Le decimos que inglés, y dice que inglés no es posible. ¿Qué esperaba que le dijéramos, marathi, gujrathi? El caso que explicaba las cosas en hindi (mirándonos a nosotros casi siempre) y luego nos contaba alguna coseja suelta en un inglés limitadillo (lo mejor era cuando le preguntabas algo y te contestaba a lo que le daba la gana).
¿Qué cosejas vimos? Allá vamos:
Primero un memorial de... de ese señor. Lokmanya Tilak para los amigos. Luchó por la libertad del pueblo indio durante la ocupación británica.
Ahí para los que tengáis mucho tiempo libre.
Nuevas motos indias, con asientos mirando hacia adelante y hacia atrás.
Ahora tocaba el fuerte "Shaniwar Wada".
Todo lo que queda del palacio-fuerte son los cimientos. Anteriormente se levantaban 7 pisos de salones y habitaciones. Los ingleses lo demolieron, alegando que fue culpa de un incendio fortuito.
He aquí nuestro guía (el de las gafas de sol) explicando la lección.
Panorámica de la entrada al fuerte. Los chavales jugando al cricket.
Impulsores de la primera escuela para mujeres, que anteriormente tenían prohibido ir a aprender.
Callejeando un poco.
Un templo dedicado a Ganesha (sí, el elefante de los Simpson).
¡Seeeeñores! ¡Tenemos el Mundo, el País, La Razóooon!
Un par de salaos' que me pidieron que les hiciera una foto.
Un cachorrillo de lo más adorable.
El Parque Güell de Pune. O al menos a nosotros nos recordó a él.
Esas pinturas de colores en muchas de las paredes tenían la culpa.
Hicimos un poco de ejercicio entre que sube y que baja.
Descanso a medio camino para coger aire.
Aquí el amigo que escribió la actual Constitución India. Encantado.
Paramos a comer. Pedimos un plato de pollo sin saber qué era, experimentando. Bien rico, todo sea dicho. Lo verde de la derecha, "palak paneer", que son unos trozos de un queso blandito con una especie de puré de espinacas. Puede no sonar muy allá, pero esta espectacular. Lo amarillo, el pollo, de cuyo nombre no quiero acordarme. Para empujar, un poco de "butter naan" ("naan" ese un tipo de pan, "butter", mantequilla). De postre (vamos, lo pedí para comer, pero me lo trajeron cuando habíamos acabado) pedí un zumo de sandía. ¡Qué bueno estaba!
Un sorprendentemente precioso parque-jardín en el que estaba prohibido hacer fotos.
Como veis, ni intentábamos disimular.
Paula toda porno enseñando espalda.
Siempre lo he dicho, los indios te hacen la mudanza en un viaje. Dos, si es en moto.
También visitamos el zoo. No, no estoy llamando a esas mozas animales no. Esas mujeres estaban por todo el zoo, limpiando de hojas caídas los suelos. Cómo no, con esas escobas con un palo ostensiblemente corto.
Bambi y familia.
Un cocodrilo. Ya, obvio. Decir que también vimos un tigre blanco, pero estaba lejísimos y la foto fue imposible. A parte, más reptiles, serpientes, tortugas, iguanas... algún mono, más ciervos, un par de búfalos.
Según pasaban las horas nuestras ganas de entrar en los sitios fueron disminuyendo. Este edificio, un memorial de yoquéséqué.
Otra prueba. Esto era un memorial de la guerra, una zona con mucho militar. Directamente lo vimos desde el bus.
Aquí el "Aga Khan Palace" (
click aquí para leer más sobre el sitio)
Creo que con esta información os vale para haceros una mejor idea.
Antes de volver a casa, el chaval que sale a mi izquierda me pidió si podía sacarse una foto conmigo. El chavalillo del otro lado se unió. La fama...
El curioso detalle de la hebilla del cinturón del amigo. Sí, eso pone.
